El entrenamiento mental de mindfulness es como hacer pushups. Cada vez que llevas la atención a tu respiración es un pushup. Más pushups, más fuerte será tu capacidad de controlar tu atención y mantener la concentración. No solamente durante la práctica de mindfulness, sino durante tu día.
Además, los ejercicios de mindfulness ayudan a suprimir la red neuronal por defecto que se asocia con la mente que divaga, rumiación, distracciones y los antojos. Esa red es completamente natural y beneficiosa: nos ayuda a solucionar problemas, ser creativos. No obstante, para realizar una tarea que demanda nuestra atención como tomar una decisión racional o prestar atención en una reunión, la mente que divaga es un obstáculo. Cuando la red neuronal por defecto está activa somos más propensos a picar cosas azucaradas, quedarnos atascados en un bucle de pensamientos negativos o procrastinar. Como todo, la red neuronal por defecto necesita moderación y equilibrio.
“Ahora podemos ver que esas redes neuronales (asociadas a la atención, darse cuenta y redirigir) tienen aspecto diferente en las personas que pasan por un programa de entrenamiento en mindfulness de 4 a 8 semanas” dice Jha. En esas personas los caminos neuronales asociadas al foco y darse cuenta son más robustos, mientras la mente errante, la red neuronal por defecto aparece menos activa.